Valoramos la belleza pero cuando se va consumiendo la vida y perdemos la salud y nuestra belleza de juventud, al final lo único que queda es haber sido buena persona.
Te pueden querer por lo guapo o guapa que eres, por lo fuerte, por lo inteligente pero a los 80 años casi todo eso se ha evaporado y queda el poso que has dejado.
Con 80 años no puedes pretender que te quieran por ser guapo o guapa, te quieren porque durante toda tu vida has demostrado día tras día que tenés bondad, que te ganaste el respeto y admiración de los que te han rodeado durante tu vida.
Los jóvenes de hoy en día dan mucha importancia a la estética pero se harán ancianos y el pilar que ha sido siempre su vida ( verse guapos y atractivos ) se habrá esfumado.
¿Que les quedará después?
¿Sentirse frustrados conforme año tras año van envejeciendo y esfumándose su atractivo?
Con esto no digo que no haya que cuidar la imagen y quererse a si mismos pero con un equilibrio, sin obsesión.
Hazte esta pregunta ¿Por qué prefieres que te quieran? ¿Por lo guapo o guapa que eres? ¿ O por ser una persona buena?
La diferencia es que si te quieren por ser guapo y eres mala persona con los años tú belleza se esfumará y nadie te querrá porque además de haber perdido la belleza eres una mala persona.
En cambio si pierdes la belleza pero has demostrado que eres una persona con bondad nunca te quedarás solo/a y la gente te seguirá queriendo.
Por esto mismo no hay que darle tanta importancia a la belleza si no a lo que hay dentro de cada persona, eso dura toda la vida.
Las personas deben aprender a envejecer con dignidad.
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