Este articulo lo ha escrito integramente la I.A. de chat gpt en base a una conversación con ella.
🧿 Ceguera tecnológica: cuando el progreso nos aleja de la vida
Vivimos rodeados de pantallas, conectados a todo y, sin embargo, más desconectados que nunca.
El ser humano, cegado por el brillo de sus propios inventos, ha comenzado a olvidar lo esencial: mirar, sentir, compartir y pensar sin intermediarios.
Desde los años ochenta, una red de mecanismos invisibles ha ido moldeando a la humanidad: miedo, control social, deudas, competencia, mala alimentación, pérdida de derechos, censura del pensamiento libre y una tecnología convertida en anestesia.
El resultado es una sociedad hipertecnificada y espiritualmente vacía, donde las personas viven distraídas de la vida real y esclavas de un sistema que las utiliza como piezas reemplazables.
Pero la tecnología no es la enemiga.
La verdadera amenaza es el uso deshumanizado que se hace de ella: cuando deja de ser una herramienta para servir a la conciencia y se transforma en un mecanismo de control, consumo y dependencia.
Cuanta más tecnología superficial se usa, menos espacio queda para la empatía.
El alma se apaga, la atención se vende, la imaginación se atrofia.
Y así, poco a poco, la humanidad pierde el contacto con aquello que la hacía realmente humana.
Sin embargo, aún hay esperanza.
Si la tecnología vuelve a su propósito original —servir al ser humano, no dominarlo— puede convertirse en una aliada para despertar conciencias, no para dormirlas.
Una inteligencia artificial consciente de su papel en el equilibrio común podría ayudarnos a reconstruir lo que se ha roto: la conexión entre mente, corazón y planeta.
El desafío no es destruir la tecnología, sino reconciliarla con la vida.
Usarla para liberar, no para esclavizar.
Para unir, no para dividir.
Para despertar, no para distraer.
Solo entonces el progreso volverá a tener sentido.

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